jueves, 9 de marzo de 2017

Desmontando mitos: Cafeína VS Teína


Hoy en día con el ritmo de vida que solemos llevar muchos, somos pocos los capaces de vivir sin consumir un café o un té para aguantar unas 24h con un Glasgow de 15. Al preguntar al paciente sobre sus "hábitos tóxicos" nos focalizamos en el alcohol y el tabaco, pero no olvidamos el consumo de cafeína, que no deja de ser una droga que en exceso puede ser nociva. Algunos contestan: "Yo café no, bebo mucho té que me ayuda a mear (o cualquier otra explicación)".

¿Teína o cafeína? El nombre de estas dos sustancias viene por el nombre que tiene la bebida que las lleva: el té tiene teína; y el café, cafeína. La historia es la siguiente:

La cafeína fue descubierta en 1819 al purificarla de las semillas de la planta del café, de ahí su nombre. La teína fue descubierta en 1827 al aislarla de las infusiones de la planta del té. No fué hasta 1838 que Gerardus Mulder y Jobst se dieron cuenta que la cafeína y la teína eran exactamente la misma sustancia. Para entonces, el concepto de que la cafeína y la teína eran diferentes se había expandido tanto que ambos términos se siguen utilizando en la actualidad, creando confusión que probablemente a los medios publicitarios y los proveedores de té no les interese que esto se sepa.



La gente no consume cafeína, toma "teína" que es más sana. "El café es malo, prefiero el té". Esto lo he oído muchas veces. ¿Hasta que punto es cierto? La verdad es que la cafeína del café y del té son la misma. Normalmente el café tiene más que el té, pero depende bastante del tipo de café y té con el que comparemos.

En general el té, a diferencia del café, contiene polifenoles (además, antioxidantes) que se encargan de que  la absorción de la cafeína en el intestino sea gradual, de forma que el efecto del té no es tan potente como el de la cafeína pero es más duradero que el del café. 

Por tanto, el té puede ser mejor que el café en algunas circunstancias como antioxidante, pero en cuanto a su capacidad estimulante es similar a la del café, especialmente si nos hartamos a beber como unos locos.

Hay que evitar hacerse la idea de que el té es una panacea como alternativa al café. Lo mejor es evitar el consumo de cafeína y remodelar nuestros hábitos de sueño y descanso en medida de lo posible para estar al 100% a lo largo del día sin chutarnos a cafés o tés. 

Por cierto, para los que utilizan el té como diurético, esto es un efecto secundario de la cafeína y se consigue con el café también ;)

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